Antes y después de 5 fachadas pequeñas: ¡cambios asombrosos!

Joelia Dávila Joelia Dávila
Maison G., Atelier FA - Achitecture d'intérieurs & d'extérieurs Atelier FA - Achitecture d'intérieurs & d'extérieurs
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Para hacer un buen proyecto de remodelación de tu casa, tanto pequeña como grande, debes considerar en primer lugar el nuevo estilo que quieres darle: si vas a cambiar las formas, reconstruir muros, vistas o cubiertas, si quieres revestir zócalos o cambiar ventanas y puertas, los nuevos colores y los materiales que te interesa incluir. En segundo lugar, debes considerar las necesidades que quieres cubrir: si requieres ampliar el espacio, si te hace falta luz o en cambio si necesitas más privacidad, si la remodelación es porque los materiales están dañados o requieren únicamente mantenimiento. 

Y, finalmente, debes tener muy claro el presupuesto con el que cuentas, pues éste marcará la pauta de tu proyecto, la cantidad y calidad de tus materiales. Tampoco olvides la importancia de elegir al profesional adecuado, pues muchas veces por ahorrarnos dinero, contratamos a personas no expertas y terminamos gastando más, así que ¡toma nota de los profesionales!

En este libro de ideas te presentamos 5 cambios de fachadas sencillas y pequeñas, pero que te demostrarán que desde una simple restauración de pintura y mantenimiento de pisos pueden crearse transformaciones fabulosas. ¡Acompáñanos!

1. Antes: una casa como todas

Esta fachada corresponde a un prototipo de fraccionamiento, por lo tanto es igual a todas, no tiene nada de especial salvo las macetas que los propietarios han colocado junto a la puerta principal. El color blanco, en medio de tanto paisaje de concreto del mismo color, no luce, así como tampoco destaca el pequeño balcón al centro de la construcción. Las formas sin embargo tienen mucho potencial estético: el volumen saliente del segundo nivel, las ventanas horizontales de la planta baja, el pequeño umbral decorado con vegetación. ¡Algo lindo saldrá de aquí!

Después: ¡una fachada que se distingue de las demás! Con porche y estilo…

El cambio de la fachada se aprovechó para ampliar la segunda planta y alargarla en una hermosa terraza en lugar del pequeño balcón. Esta se protege con un pasamanos de vidrio, el cual permite una vista amplia del paisaje. Debajo, la cubierta protege un garaje para el auto pero además cubre la entrada peatonal. El color se ha refrescado, eliminando el opaco blanco e integrando un delicioso color amarillo cremoso que encaja a la perfección con las vistas color arena.

Los detalles en piedra de tonalidades marrones a los costados del garaje lucen espléndidos y le dan un nuevo aire de vida al conjunto. Así mismo, el piso antes de simples bloques de concreto sobre la tierra, se ha revestido con loseta color arena, creando un diseño armónico, unificado y muy acogedor.

2. Antes: una vista de miedo

Esta fachada corresponde a la vista posterior de la vivienda, y es por medio de ella que los habitantes conjugarán actividades al interior y al exterior en un espacio privado pero abierto a la naturaleza. Es por ello que esta fachada es tan importante como la frontal, pero al parecer a esta se le había dejado en el abandono durante mucho tiempo, ¡ni siquiera el jardín luce atractivo!

Después: ¡radiante y moderna!

Y después de la transformación ¡esta casa parece otra! Como lo mencionamos al principio, definir bien el estilo que quieres darle a tu nueva casa es imprescindible, pues con ello ahorrarás tiempo, dinero y esfuerzo en cosas que posiblemente ni siquiera te gustarían. En este caso los propietarios se decantaron por un estilo contemporáneo, algo minimalista y sofisticado. Se eliminaron las cubiertas de teja y el corredor, así como la marquetería de madera y en general cualquier resquicio de rusticidad. Se construyó un muro totalmente geométrico, con pretil alto y recto, una pequeña ventana y una puerta deslizable de cristal. La marquetería de aluminio negro luce espectacular sobre la pureza blanca de la pared. El piso, de concreto pulido aparente, logra una conexión espacial con los interiores de tal forma que las actividades y el ambiente pueden fusionarse a placer. Afortunadamente el clima ayuda a no necesitar una cubierta, pero si en tu caso fuera necesaria, no le vendría nada mal una estructura de acero y telas, ¿no te parece?

3. Antes: una casa a punto de derrumbarse

Esta antigua casa estaba a punto de caerse y, si no se caía, alguien la iba a derrumbar, ¡parecía que no daba para más! Sin embargo los expertos supieron encontrarle la solución perfecta, tomar lo constructivamente rescatable y darle nueva vida, y no sólo al edificio sino a las vías públicas. El volumen era muy prometedor.

Después: ¡discreta, sencilla y hermosa!

Como podemos ver, la genialidad de los expertos logró rescatar lo que parecía desahuciado. Se retomaron los dinteles que rodeaban cada portón y se resaltaron con un color suave y delicado. A los muros completos se les dio mantenimiento integrando nuevas estructuras de refuerzo, columnas y revestimientos, y también al pretil se le agregaron unas vistas de estilo colonial. La paleta de colores es suave y delicada: blanco con tono azulado y crema con un toque de rosa. La herrería resalta sobre cada portón convirtiéndolo en ventana, perfecta para recibir una romántica serenata. La vialidad y la banqueta han recibido el tratamiento adecuado y ahora la casa luce espléndida en medio de la ciudad.

4. Antes: una casa en abandono y desolación

El abandono ha embargado esta construcción. Moho, deterioro, vegetación invasiva, materiales expuestos y una fuerte sensación de desolación es lo que invade a esta casa. Sin embargo, el proyecto es tentador: hacer de esta fea vivienda un nuevo hogar.

Después: ¡bonita y moderna!

Después de una remodelación integral, esta es la fachada que se diseñó para la vista posterior. Hacia la izquierda se dejó un espacio para cochera en batería, dejando la construcción recargada hacia la derecha. El interior se conecta con el patio por medio de una puerta de cristal, y después éste se desdobla hacia un jardín pequeño pero bien cuidado. El nuevo diseño es muy moderno, una serie de volúmenes se conjugan en tres planos, en colores y en materiales, destacando el ladrillo de barro rojo sobre el concreto blanco y el tercer plano en color gris. Ahora la casa no sólo luce renovada sino moderna, atractiva y fabulosa.

5. Antes: una fachada con un pórtico desgastado

Este pequeño pórtico corresponde a una vivienda muy pequeña, cuyo volumen se puede resumir en este breve espacio. La estructura de la construcción se observa en buenas condiciones, pero los acabados han desaparecido casi por completo. El piso de tierra alrededor está generando humedad en las paredes, la puerta no invita a entrar, la pintura prácticamente no existe y la losa del patio se pierde entre desgaste, tierra y descuido.

Después: ¡una fachada con una entrada encantadora!

¡Vaya el cambio! Con un poco de esfuerzo y material, la transformación es asombrosa. Empezando por el piso del patio, al  cual se le dio mantenimiento, ahora luce limpio y renovado. Alrededor de la vivienda se colocó grava, protegiendo las paredes de la humedad. En el edificio se delimitó un zócalo revistiéndolo de bloques de piedra clara, así como el muro lateral del patio, resaltando una pequeña banca también de piedra. Las paredes, la columna y el pretil se repintaron de un nuevo color cremoso, combinando perfectamente con la piedra y el piso. Y para cerrar con broche de oro, la puerta ahora luce esplendorosa, de madera blanca, con una delicada ventanita arriba y enmarcada en madera del mismo color. Sin duda ahora sí invita a pasar y vivir los mejores momentos en familia.

Si quieres seguir asombrándote con cambios espectaculares, visita estas 3 casas que cambiaron de imagen.

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