5 reformas en la cocina ¡sorprendentes!

María Bausán María Bausán
classic by Better Home Interior Design, Classic
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Tarde o temprano llega el momento de reformar la cocina. Es como septiembre, parece algo lejano en el calendario cuando comienza el verano y sin embargo, antes de que te lo esperes ya está con nosotros. Las cocinas acaban quedándose desfasadas o nuestras necesidades cambian y es entonces cuando se hace necesaria una reforma. Puedes optar por opciones económicas, que no supongan el cambio radical de mobiliario o revestimientos, pero lo habitual es que, tomada la decisión de hacer reforma, no haya marcha atrás y arrasemos con todo. Si estás pensando meterte en semejante berenjenal, aquí te damos algunas ideas para que te inspiren. 

1. Del caos al juego de contrastes

El primer ejemplo nos lleva a una cocina que se ha quedado pequeña en cuanto al almacenaje. Aprovechamos el cambio para modificar el mobiliario, la encimera y la propia distribución de la cocina. Así, creamos una península que delimita mejor el espacio de esta y crea mucho más espacio de almacenamiento. También se cambia el color de la puerta y el enlucido, lo que da más luz a la habitación.

2. Antes: detalles desorganizados

La desorganización de este collage de fotos va muy bien con la de la propia cocina: esquinas mal aprovechadas, colores anodinos, muebles poco funcionales y anticuados y un alicatado que dan ganas de salir corriendo. ¡Veamos el cambio!

2. Después: ¡Que viva el color!

¿Quién diría que la cocina anterior podía convertirse en lo que vemos en esta imagen? El cambio es radical, aunque quizá el detalle más personal se lo otorga ese alicatado colorido y exótico. El mobiliario, en comparación, es mucho más moderno y funcional. Aprovechamiento óptimo para un espacio vital en el hogar: la cocina.

3. Desfasado versus moderno

Un diseño que estuvo muy de moda en los noventa, con los tiradores redondos y el contraste negro y blanco entre mobiliario y encimera. Hoy en día se buscan diseños más modernos aunque dando cierto aire cálido a la habitación. Vemos que tras la reforma se ha revestido una parte de la cocina en madera… ¡Nos gusta ese cambio!

4. Antes: una cocina atiborrada

Hay imágenes que valen más que mil palabras y este es un buen ejemplo. Poco se puede añadir al caos, desorganización y oscuridad que caracterizan a esta cocina. Aquí no hace falta un cambio, hace falta una revolución.

4. Después: una cocina espaciosa

Y la revolución llegó, arrasando, literalmente, con todo lo que caracterizaba a la vieja cocina. De la oscuridad pasamos a la luminosidad que nos da el blanco en los revestimientos y también en el mobiliario. Nos llama la atención la pieza que hay junto a la ventaja, mezcla de estilos industriales y nórdicos.

5. Más es menos

Y hablando de cocinas atiborradas… este es otro gran ejemplo. La cocina, con un tamaño más bien pequeño, parece todavía más diminuta con tanto textil y tanto muebles. Y es que a veces sacamos más partido a las habitaciones prescindiendo de cosas que llenándolas…  

5. Después: menos es más

La primera sensación que tenemos al ver la cocina, es que es mucho más grande. Al despejar la ventana se ha liberado este espacio y además se ha mejorado la luminosidad de la misma. También la distribución en paralelo permite una mejor circulación y una mayor sensación de espacio. Por último, el mobiliario minimalista y blanco le da un toque más moderno y elegante. 

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