Encantadora y única en su especie: una casa rústica

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Casa de campo en Galicia, Oito Interiores Oito Interiores Modern living room
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Hoy os mostramos un interior diferente, un diseño sorprendente de los que cuesta trabajo encontrar, donde piezas de otras épocas se reciclan y vuelven para crear ambientes íntimos cargados de personalidad. En medio de una antigua zona de labranza gallega, en la provincia de Orense, y disfrutando de la tranquilidad del campo se sitúa la casa que nos ocupa en este libro de ideas. Con generosas proporciones y una decoración estimulante, esta finca es fascinante. El colorido mobiliario pintado con tonos fuertes y chillones crea el contrapunto ideal a las texturas y acabados rústicos de la estructura del edificio. 

Todo esto y mucho más es lo que nos ofrece  Oito interiores, un estudio especializado en arquitectura y diseño de interiores que realiza, además de proyectos de obra nueva, rehabilitaciones integrales como la que os mostramos a continuación. 

Una cocina de hierro

La antigua cocina de hierro es sin duda la protagonista de la cocina. Una vez más, las vigas y la piedra vistas y los acabados toscos aportan el toque rústico. Como elementos predominantes distinguimos la mesa de madera que ya estaba en la casa antes de la reforma y fue renovada añadiéndole una tapa de mármol. Las puertas están hechas a través de contraventanas recicladas de otras partes de la vivienda.  

Un curioso excepcional

Los amplios portones de madera se abren y uno de los caballos de la finca se asoma a la entrada de la vivienda. Esta primera fotografía nos sirve como aperitivo de lo que encontraremos en el interior: elementos de madera restaurados, piezas de artesanía como la lámpara portuguesa, y elementos nuevos como la cabeza de toro blanco en la pared. 

Salón eclectico

Entramos en el salón y primera estancia de la casa. Es un lugar singular que nos recuerda a la antigua casa de la abuela pero renovada y llena de color. Pilares de madera, piezas de cerámica, una antigua estufa y una cesta tradicional para guardar la leña nos transportan al pasado.

Las butacas holandesas en rojo y azul combinadas con la mesa de centro de chapa de acero crean una estancia difícil de definir por la cantidad de estilos mezclados en ella. La gran alfombra amarilla es de la diseñadora Antonia Molina. El eclecticismo nos devuelve al presente. 

Un conjunto sobresaliente

Los detalles llenan, sin saturar, un espacio amplio. Madera antigua convive en esta habitación con esculturas de alambre y piezas modernas. El sofá de inspiración romántica y estilo rural -obra de Isabel García Tapia- casa con las paredes de piedra vista típicas de la región. Cruzamos la primera abertura para conocer el resto de la vivienda. 

Artesanía en el dormitorio

Entramos en uno de los dormitorios. Además de los cabeceros, la nota añeja la pone la mesilla entre las dos camas, que es un lavabo reconvertido. Las mosquiteras y la ropa de cama aportan calidez a esta estancia rústica. Las mantas de lana son de Josefa Seara, un detalle verdaderamente conmovedor.  

Forja, piedra y madera

Volvemos al salón para dirigirnos a la escalera. El pasamanos se ha creado a partir de piedra y forja con detalles en madera de castaño. 

El binomio de lo nuevo y lo antiguo está presente en toda la vivienda, aquí la barandilla renovada contrasta con los peldaños de piedra original. A su vez, el reloj de péndulo antiguo restaurado se yuxtapone a las modernas esculturas de alambre y madera. Obras de Javier Requejo y de Hanbel respectivamente. 

Un despacho de lujo

Subimos por la escalera para dirigirnos al piso de arriba.  Ahí se ha colocado un despacho que, al igual que el resto de la casa, combina magistralmente piezas nuevas y antiguas. Así. el secreter antiguo se renueva gracias a la influencia de los complementos que lo rodean. 

La vistosa lámpara es también obra de Josefa Seara, la misma que se encargó de diseñar y fabricar las coloridas mantas del dormitorio. 

La joya de la corona

Muy a nuestro pesar, con esta fotografía terminamos el recorrido por esta casa reinventada, pero lo hacemos por todo lo alto. Esta galería acristalada acoge uno de los comedores del recinto. Las enredaderas suavizan los acabados de las paredes y añaden carácter a la lámpara sobre la mesa. Además de la madera, el color lo aporta el banco amarillo, un color muy presente en la decoración de toda la casa.

Puedes continuar leyendo sobre proyecto con un diseño sorprendente en: Decoración de lujo: el salón de un diseñador.

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