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La cocina requiere de un espacio suficiente para movernos con comodidad y poder realizar las labores a las que está destinada: preparar comidas y cenas.
Cuando nos encontramos ante una cocina con una superficie reducida, tenemos que echar mano del ingenio y de la imaginación para diseñarla de una manera eficiente, garantizando que el resultado sea estéticamente como queremos, además de funcional. En estos casos, lo mejor es optar por una cocina abierta como las que te presentamos a continuación:
Muchas de las necesidades de espacio fijas que tiene una cocina no varían con el tamaño de ésta. Por ello, diseñar una cocina abierta hacia otro espacio mayor, como la de la imagen, nos puede ayudar a aprovechar mejor el espacio y a que no quede demasiado agobiante.
Para delimitar el espacio de cocina y separarlo visualmente del resto de la estancia, podemos emplear un pavimento diferente para esta zona, como en el ejemplo anterior. También podemos colocar una barra separadora que haga de elemento de transición entre cocina y comedor, como en este caso.
No siempre tener una cocina de grandes dimensiones es garantía de funcionalidad. Cuando vivimos en viviendas pequeñas podemos contar con una cocina bonita y funcional siendo práctico e imaginativo a la hora de diseñarla. Ante la duda, mejor contar con la ayuda de expertos para 'exprimir' al máximo el espacio disponible.
Agudizar el ingenio es más importante cuanto menor es el espacio con el que contamos. Fíjate, por ejemplo, en el aprovechamiento que se hace de este mini-estudio y como la cocina queda reducida a un pequeño módulo que contiene los elementos imprescindibles para su uso.
Debemos pensar siempre las viviendas en 3 Dimensiones, es decir, teniendo en cuenta también la altura del espacio. Aprovechar la altura de los techos es aún más importante cuando la superficie es pequeña; en una cocina, podemos ganar mucho espacio de almacenamiento con este planteamiento.
Un buen diseño y disposición de la cocina es clave no es solo para cocinar mejor o para colaborar con su orden y limpieza, también nos puede ayudar a distribuir el espacio de la zona de día de la casa, como ocurre en la vivienda de la imagen.
Pensar de manera inteligente es fundamental para aprovechar espacios pequeños.
El diseño de la cocina no lo es todo, también es importante considerar el tipo de materiales y los acabados a utilizar lograr espacios con estilo y personalidad propia. Así, la madera reciclada empleada en la cocina de la imagen de da una imagen fresca y natural.
Un factor importante al trabajar con cocinas pequeñas es ser consciente del espacio con el que contamos. Hemos de medir bien las dimensiones de la cocina y pensar qué elementos son realmente necesarios en ella para no sobrecargar el espacio.
Además del espacio para cocinar y preparar alimentos, una cocina requiere de no poco espacio adicional para el almacenamiento de distintos elementos, ya que es una estancia en la que necesitamos contar con un buen número de utensilios.
Otra manera de integrar la cocina en un espacio abierto es haciéndola desaparecer
, es decir, jugando a que pase desapercibida dentro de la estancia. Esta es la opción elegida para esta cocina que queda empotrada en la pared del comedor.
Una cocina abierta no solo te garantiza más movilidad y espacio, sino que también te permite siempre mantenerla visible de modo que la relación con los demás espacios se hace más estrecha. En estos casos, que la cocina permanezca limpia y bien organizada es algo aún más importante de lo que ya es en una cocina independiente.
