¿De visita? 11 cosas que no debes hacer cuando eres el invitado

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Si vamos de visita a la casa de algún amigo o conocido, hay veces que hacemos las cosas sin mala intención, sin darnos cuenta. En algunos momentos hacemos ciertos gestos o nos comportarnos de una forma que deberíamos eliminar por completo. En este libro de ideas hemos recopilado 11 cosas que no deberías hacer jamás cuando te invitan a una casa, ¿habrás hecho alguna de ellas?

1. Dejar las puertas abiertas

Un verdadero desperdicio de calefacción en el caso de estar en invierno y, sencillamente, un gesto de mala educación. Cerrar siempre la puerta detrás de ti es un gesto de cortesía que puede, entre otras cosas, mantener la atmósfera y el clima interior confortable. No te cuesta nada, así que ya sabes.

2. Dejar todo desordenado

Cuando pasamos un tiempo como invitados en una casa, puede que comencemos a sentirnos cómodos y a descuidar ciertas cosas. Pero no olvides que no estás en tu casa, y que hay cosas que no te gustaría que te hicieran a ti. Un claro ejemplo es desordenar las cosas que ellos tienen en casa (por ejemplo, usar una de sus mantas y dejarla después hecha un guiñapo sobre el sofá), o dejar tus prendas tiradas por ahí.

En la propuesta que vemos en imagen, los diseñadores aprovecharon el espacio debajo de la escalera para guardar cosas. ¡Genial! 

3. No ayudar con la limpieza

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Cuando todos acaban de comer, tienes que (al menos) ofrecerte a ayudar, levantarte y recoger tu plato. Ofrécete a lavar o a barrer las típicas migas que caen al suelo. Eso sí, cuidado también cuando llevas un tiempo en la casa, con excederte en el otro sentido: limpiar como un loco. Pueden pensar que les estás llamando sucios…

4. No seguir las reglas de la casa

Cada familia tiene su modo de hacer las cosas, sus reglas y su estilo de vida: respetarlo durante tu estancia será una especie de señal de intercambio, así como un gesto de agradecimiento y saber estar. No intentes imponer tus normas y tu criterio jamás.

5. No ser puntuales

Hay una razón por la cual se establece un tiempo de llegada de los invitados. Y es aconsejable no llegar demasiado tarde ni demasiado pronto: la casa todavía podría estar sin limpiar o ellos ni siquiera haber llegado, y esto podría causar vergüenza por ambas partes. La puntualidad es la clave, ni más ni menos.

6. No hacer la cama

Estás de invitado en una casa. Pero no estás en un hotel. No hay empleados cuyo trabajo sea hacer tu cama, así que jamas dejes la cama deshecha. Es una de las mayores faltas de respeto que puedes cometer en una casa que no es la tuya.

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7. Entrar en habitaciones privadas

Seamos realistas, todos somos un poco metidos en ocasiones. Sin embargo, es necesario suprimir el instinto de husmear cuando estamos en las casas de los demás… No te metas en habitaciones cerradas sin que te den permiso para hacerlo, no husmees entre papeles o libros. La intimidad es sagrada, y debes respetarla.

8. No advertir sobre nuestras preferencias u alergias

No avisar de dietas, alergias o intolerancias específicas es una pérdida de tiempo y un callejón sin salida totalmente innecesario y desafortunado para los huéspedes. No tengas vergüenza: lo mejor que puedes hacer es ser claro desde un principio y dejar claro a qué le tienes alergia o intolerancia, si eres vegetariano, si estás siguiendo alguna dieta… Te evitarás el bochorno posterior por ambas partes.

9. Ser antisociales

Cuando nos han invitado a pasar unos días en casa de unos familiares o amigos, debemos evitar pasar demasiado tiempo solos en el dormitorio que nos han asignado. Compartir algunos momentos de convivencia durante el día, aprovechando los espacios comunes como la cocina, el comedor y la sala de estar es siempre una buena idea.

10. O no dar tregua al anfitrión

Por otra parte, es igualmente estresante tener invitados en casa que no te dejan un mínimo de tregua. Unos pocos momentos de paz, sobre todo cuando se trata de estancias largas son sagrados para recuperar un mínimo de privacidad. Lo agradecerás tú, pero también el anfitrión.

11. Ignorar la política 'sin zapatos'

Si hay zapatos en la puerta, es casi seguro que en la casa tienen como norma el descalzarse al llegar o ponerse otro tipo de zapatillas para estar por la casa. En ese caso, pregunta antes de entrar con zapatos de calle. Si en la casa funcionan así, deberás adaptarte. Cuando ellos vayan a la tuya, será al contrario.

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