La transformación de un estudio de 20 m²

María Bausán María Bausán
D'une ruine inhabitée à un studio tout confort, CORTOT Architecture Interieure CORTOT Architecture Interieure
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¿Quién no ha soñado alguna vez con vivir en un pequeño estudio en París y darse a la vida bohemia? Tener un gato, comer queso y beber champán desde un pequeño apartamento cerca del Sena es una idea romántica y posiblemente muy alejada de la realidad, pero que, seguro, a más de uno se le ha pasado alguna vez por la cabeza. 

En homify nos gusta soñar, así que a falta de queso, gato y champán, ponemos el estudio. O más bien la reforma, porque lo que os mostramos en este libro de ideas es una sorprendente transformación que convirtió un pequeño estudio de apenas 20 metros cuadrados que había estado deshabitado durante más de 25 años, en un lugar habitable y encantador. Los responsables de esta interesante reforma son los miembros del estudio francés Cortot et Drici Architecture Intérieure. A pesar del estado lamentable del inmueble y, sobre todo, de su falta de espacio, este antes y después hizo habitable lo inhabitable, dotando al estudio, que en su origen no tenía ni lavabo, de todo lo imprescindible para conseguir un alojamiento moderno y acogedor. ¡Descubramos esta sorprendente transformación! 

El estado inicial

Tras veinticinco años deshabitado, el estudio presentaba un aspecto totalmente desangelado. No era solo que sus revestimientos o su distribución se hubiera quedado anticuada, era que su estado era de total abandono. Pero esto, en vez de echar para atrás a los propietarios del inmueble, sirvió para que el estudio de interiorismo y arquitectura encargado de su reforma, pudiera repensar el piso y la distribución desde el principio, creando un proyecto de reforma integral que daría una nueva vida al espacio. 

Antes: la entrada a casa

Una entrada que no invita a entrar no es, desde luego, un diseño digno de admiración. Pero eso era exactamente lo que ocurría en este apartamento de 20 metros cuadrados. Carpintería en mal estado, paredes descoloridas y una instalación eléctrica que parece sacado de una película de miedo. ¿Cómo darle forma a esto y convertir este rincón desvencijado en un recibidor moderno? La respuesta, esta reforma.

Ahora: una entrada reconvertida en cocina

La entrada se ha replanteado de una manera totalmente diferente. Y es que en una vivienda donde lo que sobra no es precisamente el espacio hay que priorizar los usos. De ahí, que esta se haya reducido a su mínima expresión: apenas una puerta de acceso. Eso sí, con un papel importante, ya que su tono gris oscuro sirve de contraste con lo que nos encontramos después: una blanquísima cocina. 

Se trata de una cocina pequeña, pero que ofrece justo lo que el piso necesita. Por un lado, se ha cubierto una de las paredes de armarios que ofrezcan almacenamiento para todo el hogar. Por otro, los muebles de líneas redondeadas le dan un toque acogedor, agradable y cálido a una cocina pequeña pero muy bien apañada.

La cocina en detalle

La reforma ha tenido en cuenta las limitaciones del espacio y por eso, a pesar de que la cocina se encuentra en un espacio sin ventanas, se ha buscado crear un rincón luminoso y agradable. ¿Cómo? Utilizando los colores claros para los revestimientos y materiales que reflejan la luz. A esto hay que sumarle una iluminación que resalte estos aspectos, y que en esta pequeña cocina se encuentra instalada bajo los armarios de almacenamiento. El resultado salta a la vista… ¿quién dijo que esta cocina era oscura?

Un salón donde no falta de nada

De la cocina pasamos al espacio principal de la vivienda, donde el mueble de almacenamiento de la entrada da paso a una nueva pared forrada de armarios, más profundos, pero con la misma línea minimalista y sutil que los anteriores. 

De nuevo vemos como el blanco se apodera de esta pequeña habitación para ampliarla visualmente. El gris también se introduce a través de un sofá convertible en cama, un elemento fundamental en una vivienda de apenas 20 metros cuadrados. Con él, el salón se convierte en dormitorio sin por ello perder ni un ápice de elegancia y calidez.

Un cuarto de baño en condiciones

Tal y como comentábamos en la introducción, este estudio no contaba con baño. Por eso, para el cambio de uso que estaba proyectado, era fundamental encontrar un rincón donde poner un cuarto de baño completo. El elegido es el que se ha quitado a la cocina y cuenta incluso con una ventana, elemento básico para la ventilación de esta habitación. A ella se accede a través de una puerta corredera vidriada, un recurso perfecto para ahorrar espacio. Además, el contraste del blanco y el negro y el juego de los espejos logra ampliar el espacio visualmente. Apenas 3 metros cuadrados de cuarto de baño que dan para mucho en este pequeño apartamento de 20 metros cuadrados. 

¿Te ha resultado interesante esta reforma? Pues no sabes las maravillas que pueden hacerse con tan pocos metros cuadrados. Échale un vistazo al libro de ideas Un estudio de 20 metros cuadrados muy bien aprovechados.

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