Esencia moderna en una casa de piedra

Silvia Pino Silvia Pino
Old Workshop, Jack Woolley Jack Woolley Modern houses
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Es increíble que en una ciudad como Londres, con más de 8 millones de habitantes, pueda haber viviendas que pasen desapercibidas. E incluso que estén casi ocultas. En una ciudad en la que apenas hay solares libres para la construcción es maravilloso encontrarse vacíos urbanos que oxigenen un poco la calle. El proyecto que hoy os presentamos es uno de estos casos insólitos. Un antiguo taller de carpintería se convierte en vivienda y se mantiene oculta detrás de un muro y a pocos centímetros de la calle. El arquitecto Jack Woolley junto con su equipo son los autores de este proyecto.

La vivienda invisible

Lo único que vemos en esta imagen es un muro de piedra, ¿no? ¡Ah! También vemos algo más… ¿Una puerta? Efectivamente. La vivienda se apoya sobre este antiguo muro de ladrillo y tiene su acceso principal desde la calle. Directamente desde la acera compartida por miles de transeúntes. Una puerta que se intuye únicamente gracias a las finas líneas que definen el hueco. El antiguo taller se ha ubicado siempre detrás de este muro y estaba delimitado por dos terrazas del siglo XIX, una de las cuales vemos en la parte derecha de la imagen. 

¿Pero cómo es la vivienda que se oculta detrás del muro?

La planta baja

Al ver el plano de la planta baja podemos entender un poco mejor en qué consiste el proyecto. En la parte inferior vemos el acceso a través de la puerta abierta en el muro de fábrica. Al entrar aterrizamos directamente en una escalera que nos conecta con las zonas de estancia de la vivienda. Y en la parte superior podemos ver señaladas una serie de superficies: los lucernarios transitables encargados de llevar la luz a la planta inferior.

¡Si queréis conocer otro interesante proyecto con luz cenital seguid este enlace!

Escalera minimalista

Si no supiéramos que estamos hablando de una vivienda pensaríamos que se trata de, por ejemplo, una galería de arte. La escalera es tratada con muchísima sensibilidad, evitando exceso de elementos y consiguiendo una imagen limpia y luminosa. Nos conduce hasta la planta sótano, el nivel que se ha creado como ampliación al espacio del antiguo taller para dar cabida al resto de estancias de la vivienda.

Sencillo y luminoso

La planta sótano se ha construido bajo la antigua planta del taller, pero ampliada por la parte posterior. Esto es así por un motivo: facilitar la entrada de luz a través de unos lucernarios ubicados en la zona de jardín. En la habitación que vemos en la imagen predomina el color blanco, el más adecuado en espacios pequeños y con necesidad de luz; y el negro del pavimento, en recuerdo a la estética de la carpintería.

Reciclaje en la cocina

Con la intención de recordar el pasado del lugar se han reutilizado algunos elementos del taller. Como son estas vigas de madera con las que se ha revestido el cuerpo de la cocina. Un bloque compacto y contundente en el que se mezcla lo antiguo y lo nuevo y en el que el marrón contrasta con el blanco y el gris del resto de las superficies.

Lucernarios transitables

Y aquí tenemos la solución por la que han optado los arquitectos para llevar la luz hasta el sótano: luz cenital que entra a través de unas superficies acristaladas. Estas entradas de luz se sitúan en la pequeña terraza exterior con la que cuenta la vivienda y era fundamental, debido a la escasez de espacio, que estas superficies fueran transitables. 

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