La habitación perfecta para los hombres (más pequeños) de la casa

Las habitaciones vividas y utilizadas suelen ser espacios desordenados, especialmente si el que las habita es un niño. Pero la mejor manera de evitar pelear con los cientos de peluches, autos, muñecas y ladrillos es tener un buen espacio de almacenamiento.

Debemos aprovechar las ventajas que nos proveen las estanterías y los muebles como lugares de guardado de los juguetes, la ropa y los calzados. Debemos pensar estratégicamente en los lugares en los que los ubicaremos para no perder espacios valiosos.

Debemos intentar ganar espacio de almacenamiento por debajo de muebles como bancos y mesitas ya que permiten guardar cosas, no perder espacio ¡y sacar todo del medio!

Es importante que los chicos tengan un espacio para poder dedicarle al estudio, con escritorio, biblioteca para sus libros y una buena silla. Es importante que sea un lugar cómodo y divertido para que encuentren motivación. Una mesa con lápices, colores y útiles ordenados es un espacio tentadores para aprender. Inclusive, si nos animamos, podemos crear un pizarrón detrás de las puertas del armario. Para ésto hay pinturas especiales y con tiza y borrador ¡está completo!

Otra opción es tener una zona exclusiva para sus juguetes y juegos didácticos. Esto les permitirá aprender de manera única y divertida.

Si nuestro objetivo es crear un dormitorio acogedor, debemos tener en cuenta el color de las paredes. Es importante que sean colores crema, como el blanco, el azul claro, el rosa pastel o el amarillo patito. Si lo decoramos con peluches, almohadas y personajes infantiles, lograremos que los más chicos se apropien de su habitación y se sientan más cómodos.

Si nos gustan los colores vibrantes, podemos utilizar algunos elementos con detalles en amarillo, naranja o azul eléctrico; pero debemos ser cuidadosos y no excedernos porque sino podríamos generar el efecto contrario: una habitación que invite a la hiperactividad.

Nuestro objetivo es tener una habitación que no sea estéril y sin forma, sino un espacio mágico de descanso, aprendizaje e inspiración.

Una buena manera de evitar el problema de los tomacorrientes es colocar carteles con un gran llamado de atención, con colores importantes y que sea de interés para el niño. De esta manera lograremos llamarles la atención y, a la vez, les enseñaremos a evitar los enchufes.

Los objetos con filo, como las tijeras, debemos tenerlas guardadas en cajas con seguro (si es que tienen que estar en la habitación) o, preferentemente, en otro ambiente, en un lugar sin acceso.

Para todos es importante el momento del descanso, pero en especial para los más chicos ya que es allí cuando afianzan todo su conocimiento y desarrollan su sinapsis neuronal. Para el momento de la siesta, ¡nada mejor que una alfombra! Ella nos ayudará a crear un espacio de descanso distinto al de la noche y si tienen materiales suaves e hipoalergénicos podrán descansar en el suelo durante un rato. Si tenemos espacio, podemos colocar una especie de carpa encima, con algunas luces de colores para crear un ambiente más íntimo y diferente.

Este tipo de espacios modifican enormemente la habitación y los invitan a descansar mejor.

Dado que pasamos muchas horas durmiendo, es fundamental tener una buena y cómoda cama. Lo mismo sucede con los más pequeños, pero deben tener un plus, alguna invitación a que se suban y descansen. Por eso, no sólo debemos pensar en el colchón, sino en los colores y personajes de la sábana y acolchado.