Hemos elegido un trabajo realizado por el estudio de arquitectos Happy Ideas At Home como un buen ejemplo de como a veces pequeñas modificaciones pueden suponer un profundo cambio para un viejo y pequeño apartamento en Lisboa.
En este recorrido que vamos a hacer podréis comprobar que una mano de pintura, la elección del mobiliario adecuado y una decoración con gusto pueden servir para una transformación de lo más radical.
Aquí podemos ver tanto el estado en el que se encontraba la cocina como el cambio final. El resultado es sin duda un estilo más moderno a gusto del propietario de esta casa. Vamos a ver más detenidamente en las siguientes fotografías el proceso.
La cocina es la mejor muestra del resultado final de este trabajo, ya que tras intervenir en ella se ha convertido en un lugar moderno, sencillo pero elegante, basado en el colorido en blanco y negro con su infinita variedad de grises. Todo muy sobrio pero al mismo tiempo muy dinámico, especialmente por ese revestimiento que simula lajas pétreas.
En esta otra imagen apreciamos el cambio en su conjunto, pero nos interesa ver lo que supone quitar una ventana tradicional y poner un paramento de ladrillos de vidrio, un elemento ideal para permitir la entrada radiante de la luz del exterior, y sin embargo no nos permite que podamos ver desde la cocina la galería externa.
Podemos ver que antes de la reforma la puerta de madera o el pavimento diferenciaban y separaban claramente la cocina del espacio de galería. Sin embargo, ahora se ha cambiado el suelo con unas mismas baldosas de porcelana para los dos lugares en los que además ahora hay una puerta completamente transparente de vidrio. Sin duda se integra todo y es mucho más natural, sin olvidar que se ha eliminado la reja externa.
El aspecto del hall sufrió un cambio radical, pero solo de aspecto, ya que en realidad se intervino de forma muy delicada. Por ejemplo, una mano de pintura, pero respetando las molduras de los techos. O una buena limpieza a las puertas de carpintería sin modificar sus manetas antiguas. Además de eso, el mueble recibidor, un espejo, la lámpara de aires antiguos y la colorida alfombra, y solo con eso tenemos un un vestíbulo completamente renovado.
Del cuarto de baño, uno de los elementos que más llama la atención tras la reforma es el mueble que integra el lavabo. Un mueble hecho a medida para el espacio disponible. Y claro, ya que se cambió el modelo del lavabo, también se cambiaron y modernizaron las otras piezas de los sanitarios.
Como ocurre a veces en los apartamentos antiguos lisboetas, en este caso también había otro baño auxiliar, principalmente para las visitas. Así que ese segundo baño se reformó y sobre todo se aligeró de elementos para ganar comodidad. Se puede ver que todo el cambio viene motivado por la eliminación de la ducha, lo que hace que todo esté mucho más limpio y desde luego con unas piezas de loza y unos revestimientos mucho más modernos.
Si algo podemos extraer como conclusión de esta reforma realizada es que en los trabajos que tienen como resultado profundas transformaciones lo importante es cuidar hasta el último detalle, y en cualquier lugar de la casa. Incluido el cuarto de baño. En esta imagen lo podemos comprobar con ornamentos como ese jarrón situado en la esquina donde las flores de plástico aportan una nota de color destacada. Ese es solo un detalle que llama la atención, pero hay otros de interés como el lavabo con el toallero incluido o las velas sobre el tocador. Lo dicho en los detalles está la diferencia.