Una casita en Barquisimeto naguará de bella

Al aproximarnos a la casa por primera vez percibimos una entrada completamente ciega, no logramos percibir que hay más allá de los muros, protegiendo de miradas indeseadas, la materialidad es tradicional, bloques de adobe con baldosas de barro cocida y piso de cemento, veamos como la cubierta no toca con los bloques, generando una pequeña rendija que permite la salida del aire caliente. El diseño de la puerta principal es encantadora sencilla y pulcra, simples tablones de madera maciza dispuestas horizontalmente, manejando diferentes tonalidades propio de su materialidad.

Al llegar al jardín lateral nos damos cuenta que la galería interna de la casa comunica constantemente con este espacio exterior, es aquí donde se tiene planteada la piscina a desarrollar mas adelante, grandes puertas de acceso permiten la conexión a lo largo del gran pasillo. Las galerías se usaron constantemente en las casas coloniales, ya que ellas permiten el enfriamiento del aire antes de ingresar a la casa, generando una cámara de aire gracias a la sombra.

Y si vemos la vivienda a vuelo de pájaro, observaremos que la zona de paredes anaranjadas es el área de los cuartos que se construyeron con bloques de adobe, hechos artesanalmente en la misma parcela por los clientes, familiares y amigos, ahorrando muchísimo dinero, de ese mismo lado tenemos el acceso principal a la vivienda que se conduce por todo el pasillo o galería lateral para expandirse espacialmente al final con toda la área social, relacionada con una pequeña terraza y el patio posterior. Una bóveda de concreto pulido cubre toda las áreas permitiendo un aislamiento térmico mucho mayor.

Y si nos paramos de espalda a la cocina mirando hacia el pasillo de salida, notaremos un gran espacio largo que se relaciona con el exterior por grandes ventanales y que cada tanto posee momentos, es una forma de llamar a esas sorpresas o detalles que podemos conseguir a lo largo de un recorrido, en éste conseguimos varios muebles, cuadros y otros elementos que  hacen del paseo algo no aburrido, el techo machimbrado le da un toque de elegancia dentro de aquella materialidad artesanal.

Si giramos un poco a la izquierda empezaremos a descubrir un espacio que se expande y se comunica constantemente con los diferentes ambiente, sala,comedor, estudio se encuentran relacionados por completo, las paredes de adobe se extienden para generar un pequeño nicho que recibe repisas y un escritorio de trabajo. ¿Qué otra cosa podemos notar?, Pues si antes miramos el techo ahora miremos el piso y descubramos el diseño del mismo, de una manera sencilla pero ingenuosa generan diferentes tramos de concreto pulido, separadas por grandes juntas de madera.

Y nos despedimos con esta imagen que muestra una atmósfera de hogar, de familia, de casa, el estilo rústico se hace evidente en el mobiliario, mecedoras alucinantes, ¿Quién recuerda éstas sillas, cada vez que íbamos a casa de la abuela? o la silla de la pared, de madera y cuero típica de las casas de campo, nunca podía faltar la hamaca del tío o de la guerrilla entre primos, todo eso lo podemos ver en esta imagen, con una gran cocina de fondo que vive y respira hacia el patio posterior. Una hermosa imagen que nos regresa al pasado.