Cuando pensamos en una casa con escaleras automáticamente nos imaginamos una gran vivienda, pero lo cierto es que la escalera tiene más que ver con la verticalidad de la casa que con los metros cuadrados que ocupa. Por eso, en ocasiones las escaleras se convierten en un verdadero quebradero de cabeza. ¿Cómo tener escaleras en casa sin que ocupen más de la cuenta pero luzcan lo suficiente? En este libro de ideas no pretendemos daros una respuesta, pero sí inspiraros para que seáis vosotros mismos los que, a la hora de elegir el tipo de escalera perfecta para vuestra casa, sepáis con cuál quedaros.
Las escaleras ocupan espacio, es cierto, pero también pueden convertirse en un elemento estético maravilloso. Una pieza casi escultórica que dará un carácter único a tu vivienda. Descubrimos 12 escaleras para todos los gustos y espacios. Especialmente encontraréis ideas para casas pequeñas. ¡Vamos a verlas!
Para las casas con menos espacio el rincón que se esconde bajo la escalera nunca debe ser desaprovechado. En esta imagen observamos también que, además de aprovechar el hueco bajo la escalera para montar una agradable oficina en casa, se ha jugado con los materiales que componen ambas piezas. Combinando el tono negro y la madera se crea una continuidad entre escalera y escritorio que es digna de destacar.
Mirando estas escaleras uno parece encontrarse frente a alguna de las fascinantes litografías del artista holandés Maurits Cornelis Escher. En sus cuadros las escaleras cambiaban de dirección superponiéndose unas con otras generando una confusión entre la visión en dos o tres dimensiones. De igual manera estas escaleras, al no incorporar barandilla y crear un giro similar a las obras del holandés, consiguen un efecto muy particular.
Normalmente mostramos las escaleras en el punto de partida hacia arriba, pero ¿cómo se ven en la planta a la que llegan? Este es un buen ejemplo de una manera discreta de llevar una escalera a la planta superior. La parte del suelo que se abre y da paso a la escalera se rodea de una barandilla de vidrio que permite pasar la luz y que hace más discreta su presencia.
Para espacios más amplios podemos concebir una escalera que no se retuerza sobre sí misma, sino que divida el espacio, como ocurre aquí. Además, nos llama la atención el juego de materiales en este modelo. La superficie que pisamos es de piedra, pero la parte inferior, que observamos mientras subimos se ha revestido de madera.
Los que viven en pequeños dúplex donde el espacio no sobra lo saben bien: para ahorrar espacio las escaleras de caracol son una gran idea, ya que permiten elevarse mucho sin extenderse en horizontal. En este ejemplo el uso del vidrio también ayuda a que su presencia sea menos invasiva, ya que permite que la luz fluya, ampliando visualmente los espacios.
Otra opción para las casas más pequeñas es pegar la escalera a la pared, de esta forma podemos utilizar el espacio justo debajo de ella. Aquí, además, se han instalado unas escaleras sin contrapié, ya que cuelgan con barras de metal hasta el techo. Una idea que aporta mucha ligereza.
En espacios pequeños pero con techos altos se tiende a aprovechar esta verticalidad para instalar un mezzanine en el que establecer el dormitorio o una zona de estudio. Es el caso de esta fabulosa buhardilla de París, que podéis ver con más profundidad aquí. Para este tipo de construcciones no puede faltar nunca una escalera de mano que no solo es funcional, también le da aire bohemio al apartamento.
De escaleras pegadas a la pared a escaleras que sirven como separadores de espacios. Es el caso de la que vemos en la imagen. Diseñada en un solo tramo recorre la habitación de lado a lado y se instala en el medio para establecer la diferencia entre el comedor y la zona de salón propiamente dicha.
Una tendencia de la arquitectura de interiores es a construir en base a módulos con diferentes funcionalidades que se establecen en medio de una gran sala. En ellos es normal encontrar puertas que dan a espacios concretos, el baño por ejemplo, o incluso escaleras que nos hacen llegar al altillo. Construida en madera, esta es un buen ejemplo.
Al ver esta espectacular escalera, seguro que más de uno recuerda las finas piezas de marquetería que nos obligaban a hacer en el colegio y que encajaban a la perfección. Así es esta escalera, con una barandilla absolutamente llamativa. Las lamas con las que está construida y el espacio entre ellas les da una sensación de ligereza aunque no puede negarse que su presencia visual en el espacio no tiene nada de ligero.
Madera, piedra, vidrio… hemos hablado de muchos materiales pero aún nos quedaba por mostrar el hormigón. Aquí abandona su rudeza para fundirse con el ambiente, ya que se ha respetado el material en el techo y el pavimento, que es de microcemento, dando mucha continuidad al conjunto.
Terminamos con un ejemplo de que el arte no tiene por qué estar reñido con la funcionalidad. Esta maravillosa escalera está hecha con una plancha de metal que va plegándose a cada paso creando formas caprichosas que nos llevan hasta lo más alto de esta vivienda.