De portería abandonada a moderno minipiso

modern by DecoYcina. Marta Espel, Modern
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La reforma que hoy os queremos mostrar es realmente sorprendente. Se trata de la antigua vivienda del portero de un edificio en el barrio madrileño de Malasaña. Este apartamento consistía en 28 metros cuadrados de superficie, dos habitaciones -una de ellas sin ventana- un largo pasillo angosto y cocina y baño muy reducidos y oscuros. Un punto de partida complejo pero que supuso un bonito reto para los arquitectos de Decoycina

Veamos a través de este recorrido fotográfico la transformación tan radical que ha sufrido. ¡Que empiece la visita!

Punto de partida

La primera imagen muestra el estado previo a la reforma. El pasillo largo y estrecho comunica la zona de entrada de la vivienda, cocina y cuarto de baño con las dos habitaciones. Como podemos comprobar, se trata de una vivienda oscura, de techos bajos y grandes problemas de humedad.

La cocina—Estado previo

Seguimos con las imágenes antiguas, así podréis tener una visión global de lo que supuso la obra y la transformación. Aquí vemos la cocina, la cual cuenta con un pequeño ventanuco. Pero lo más complejo de todo, era que la cocina está insertada en el hueco de la escalera comunitaria, por lo que en la parte derecha, la altura se reduce considerablemente.

Habitaciones—Estado previo

Al fondo del pasillo se situaban las dos habitaciones, una detrás de la otra. Es decir, una habitación era de paso y solo esa era la que contaba con una ventana. Lo bueno es que el pasillo tiene acceso directo al patio interior comunitario, pero la puerta de madera no permitía el paso de la luz. 

Cambio radical

El cambio ha sido increíble, ¿no os parece? Esta imagen es la misma que la anterior. Nos encontramos en el pasillo, pero el espacio se ha transformado por completo. El truco principal ha sido el cambio de tipo de puerta. Ahora se trata de una puerta con cristales blindados que permite la entrada de luz natural.

La estrategia principal

La estrategia principal de todo el proyecto ha sido la eliminación de los falsos techos de la vivienda para ganar altura. De esta forma las dos habitaciones que se encontraban en un fondo de saco se han convertido ahora en un espacio común, en el que se ha construido un altillo. En él se ubica la cama, y debajo, el salón.

Dormir en altura

Mediante vigas metálicas pintadas de blanco y tablones de pino se ha montado el altillo en el que se sitúa la cama. De esta forma, tanto el dormitorio como la salita están bien iluminados y la casa ha ganado en amplitud. 

Para aprovechar al máximo el espacio de la casa y los pequeños rincones, la cama esconde bajo el colchón varios cajones de almacenaje. 

La cocina

Otra estancia irreconocible es la cocina. En ella se ha desmontado por completo el antiguo alicatado y ahora luce completamente blanca y muy bien aprovechada. Porque aunque se encuentre en el hueco de la escalera comunitaria, los muebles se adaptan perfectamente a esta geometría, ya que son todos hechos a medida.

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